Ya lo usan empresas como Dell, Microsoft o Subway, y a fines del año pasado eBay reconoció que estaba analizando cómo implementar su uso. Cada día se hacen en el mundo más de 100.000 transacciones con ella, y mueve una cifra superior a los U$S 150 millones mensuales, según las estimaciones de diciembre 2014 del sitio especializado Blockchain. Se calcula que hay unos 8 millones de “billeteras virtuales” activas, que almacenan un capital –según un reporte de Bloomberg- superior a los U$S 4.000 millones. En el mundo, hay unos 63.000 comercios y empresas que aceptan pagos en bitcoins. Para tener una idea de su avance, alcanza con decir que en 2013 había apenas 500.000 “billeteras virtuales”: un crecimiento cercano al 1.600% en poco más de un año.
Quizá haya llegado el momento de prepararse para recibir consumidores que no vienen con dinero o tarjeta en su billetera sino con criptomonedas en su celular.
Aunque su valor (que fluctúa según tendencias de mercado) ha bajado últimamente, la moneda digital se está convirtiendo en una excelente alternativa comercial para empresas y marcas que buscan ampliar su rango de negocios. Y, más específicamente, es una buena herramienta para países que tienen una moneda poco segura o inestable (como Argentina, bajo los embates de la inflación).
En el mundo, ya no hay categoría que haya permanecido ajena: es posible pagar un viaje en empresas de turismo, comprar equipamiento para el hogar, ropa o calzado, y hace pocos meses fue noticia una concesionaria estadounidense que vendió sus primeros autos pagados íntegramente en bitcoins. En ese país, hay más de 3.000 firmas que venden productos y servicios usando esta moneda; en Argentina, esa cifra llega a unas 200 empresas. Y nuestro país es el que muestra mayor desarrollo de toda América Latina, superando incluso a Brasil.
Según fuentes de PayPal, la compañía -líder mundial en pagos electrónicos- está evaluando la integración de este valor a su sistema, lo cual ampliaría enormemente su masa crítica, considerando los 153 millones de clientes que tiene PayPal en todo el mundo. Y en Mercado Libre, la empresa más importante de e-commerce en América Latina, reconocen que están analizando la incorporación de esta moneda: sólo es una cuestión de tiempo.
VALORES CAMBIANTES
Un informe de Merril Lynch de hace pocos meses asegura: “Bitcoin podría convertirse en un importante medio de pago para el e-commerce y podría emerger como un serio competidor de los tradicionales proveedores de transferencia de dinero. Como medio de intercambio, Bitcoin tiene un claro potencial de crecimiento”. Sin embargo, advierte que su alta volatilidad como consecuencia de actividades especulativas “está dificultando su aceptación general como medio de pago para el comercio online”.
Este último punto es clave: el bitcoin (que es apenas una de las 140 criptomonedas que circulan, aunque acapara el 95% del mercado) pasó en poco tiempo de valer unos cuantos centavos de dólar a superar los 1.100 dólares por unidad, en lo que fue una clara burbuja especulativa. Hoy ese valor unitario descendió a unos U$S 300, quizá acercándolo a un precio más racional. Aunque esas violentas fluctuaciones juegan en contra de su confiabilidad como medio de pago y refugio de valor. Pero más allá de estos vaivenes, el camino que abrió seguirá consolidándose y ganando espacio en el mercado.
En una entrevista concedida a la revista Apertura, el sitio de comercio electrónico Avalancha.com, que comenzó a operar en mayo pasado en la Argentina para la venta de productos electrónicos y artículos para el hogar —y que está expandiéndose a otros segmentos— reconoció que acepta la moneda virtual como medio de pago, aunque la mayoría de las transa cciones se concretan a través de las principales tarjetas de crédito.
En palabras de Miguel Klurfan, CEO de la empresa que factura unos $ 25 millones por año, Bitcoin les permite dar “una alternativa más de pago a los clientes” y presenta varias ventajas: “Las comisiones son menores que las de una tarjeta y no hay devolución de cargos; además, la transacción es segura, sin posibilidad de fraude, y el procesamiento del pago es inmediato”, señala. “También es una manera de apoyar al ecosistema de emprendedores y las nuevas tecnologías”, admite. Hoy, entre un 2 y 3 por ciento de las ventas de Avalancha se concretan en bitcoins. “Es una cifra nada despreciable, si bien no cambiará el volumen de nuestra facturación en el corto plazo. Pero la tendencia es que crezca, por lo que es importante posicionarse. A medida que sumemos la oferta de más productos en nuevos segmentos, habrá también más opciones de compra con este medio”, agrega Klurfan.
El entrevistado dijo la palabra clave: “posicionarse”. Aunque en monedas virtuales hoy no haya un negocio, sí hay una tendencia. El negocio se hará visible mañana. Quizá sea momento de planificar alternativas de pago, promociones y canales de acceso para responder a una nueva generación de consumidores que no vienen con dinero o tarjetas en el bolsillo, sino con criptomonedas en el celular. Y hacerlo hoy. Porque, como todo el mundo sabe, en marketing estratégico mañana es tarde.
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