Debido a la pérdida de competitividad -como consecuencia de la falta de inversiones y de la elevada inflación-, las restricciones cambiarias y una deficiente política de fomento, las exportaciones argentinas pierden participación en el escenario mundial a pesar de que el comercio global se expandió en los últimos años.
Esa es la principal conclusión de un informe de la consultora especializada DNI, que indica que el porcentaje de las ventas al exterior de la Argentina en el concierto global de países pasó de 0,46% en 2010 a 0,37% durante este año.
"Se trata de la menor participación en varios años y esto refleja una caída en la incidencia en el comercio global que lleva a tener en 2014 una participación de una cifra que es 19% más baja que la que se tenía en 2010", afirmó el informe confeccionado por Marcelo Elizondo, ex director de la Fundación ExportAr.
Según el documento, existen razones exógenas, como la reciente caída de los precios internacionales o las restricciones de la demanda de Brasil, pero los principales motivos que hicieron retroceder al país en el comercio exterior tienen que ver con políticas implementadas por el Gobierno.
Según la visión de Elizondo, las causas van desde la inflación, el entorno regulatorio que posterga decisiones de producción o comercialización, la fuerte presión tributaria, una política cambiaria que afecta la competitividad internacional, ineficiencia estructural en la política de administración de comercio que afecta el acceso a bienes de capital e insumos y una política energética que incrementa saldos negativos en la balanza sectorial, hasta la insuficiente apertura y la diversificación de mercados.
"La Argentina de este modo se desvincula del dinamismo global, consolida su cerrazón comercial, expone a sus actores a su entorno menos vinculado con la dinámica internacional y anticipa para el inmediato futuro la necesidad de adecuación de su entorno de negocios para recuperar procesos de inserción económica transfronteriza", estimó el experto.
A CONTRAMANO
Para este año, la Organización Mundial de Comercio (OMC) anunció que las exportaciones de bienes totales sumadas en el mundo lograrán un alza de 3,1 por ciento. En los dos años anteriores crecieron en promedio 2,2%, según relevó DNI.
De acuerdo con la consultora especializada, este fenómeno demuestra la fuerte expansión histórica del comercio internacional. Más precisamente, mientras en el mundo en 1985 se exportaba el 17% del total de lo producido, en 2015 se exportará el 40 por ciento. Estas cifras contemplan la suma de los bienes y servicios de todos los países del mundo, incluyendo el comercio intrarregional en bloques aduaneros, como la Unión Europea.
Todo se derrumbó con la crisis de 2008. Pero el mundo logró recuperarse. Mientras que la Argentina pisa el freno de cara al mundo.
Esa es la principal conclusión de un informe de la consultora especializada DNI, que indica que el porcentaje de las ventas al exterior de la Argentina en el concierto global de países pasó de 0,46% en 2010 a 0,37% durante este año.
"Se trata de la menor participación en varios años y esto refleja una caída en la incidencia en el comercio global que lleva a tener en 2014 una participación de una cifra que es 19% más baja que la que se tenía en 2010", afirmó el informe confeccionado por Marcelo Elizondo, ex director de la Fundación ExportAr.
Según el documento, existen razones exógenas, como la reciente caída de los precios internacionales o las restricciones de la demanda de Brasil, pero los principales motivos que hicieron retroceder al país en el comercio exterior tienen que ver con políticas implementadas por el Gobierno.
Según la visión de Elizondo, las causas van desde la inflación, el entorno regulatorio que posterga decisiones de producción o comercialización, la fuerte presión tributaria, una política cambiaria que afecta la competitividad internacional, ineficiencia estructural en la política de administración de comercio que afecta el acceso a bienes de capital e insumos y una política energética que incrementa saldos negativos en la balanza sectorial, hasta la insuficiente apertura y la diversificación de mercados.
"La Argentina de este modo se desvincula del dinamismo global, consolida su cerrazón comercial, expone a sus actores a su entorno menos vinculado con la dinámica internacional y anticipa para el inmediato futuro la necesidad de adecuación de su entorno de negocios para recuperar procesos de inserción económica transfronteriza", estimó el experto.
A CONTRAMANO
Para este año, la Organización Mundial de Comercio (OMC) anunció que las exportaciones de bienes totales sumadas en el mundo lograrán un alza de 3,1 por ciento. En los dos años anteriores crecieron en promedio 2,2%, según relevó DNI.
De acuerdo con la consultora especializada, este fenómeno demuestra la fuerte expansión histórica del comercio internacional. Más precisamente, mientras en el mundo en 1985 se exportaba el 17% del total de lo producido, en 2015 se exportará el 40 por ciento. Estas cifras contemplan la suma de los bienes y servicios de todos los países del mundo, incluyendo el comercio intrarregional en bloques aduaneros, como la Unión Europea.
Todo se derrumbó con la crisis de 2008. Pero el mundo logró recuperarse. Mientras que la Argentina pisa el freno de cara al mundo.
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