El Banco Santander fue señalado en un reciente informe por su implicancia en la financiación de empresas que contribuyen a la deforestación en la Amazonia brasileña. Según un estudio del Instituto de Innovación y Propósito Público (IIPP) de la University College de Londres y el Instituto de Sistemas Globales (GSI) de la Universidad de Exeter, el banco presidido por Ana Botín ocupa el puesto 18 entre las entidades financieras que proporcionan flujos monetarios a estas empresas, con un total de u$s9.500 millones, lo que representa el 2,1% del total global destinado a la deforestación.
La investigación titulada “Interacciones del sistema financiero con los puntos de inflexión de los ecosistemas” detectó que 39 empresas dedicadas a la producción de soja, carne vacuna, aceite de palma y pulpa de madera para la exportación están vinculadas potencialmente con más de 300.000 hectáreas de deforestación en la Amazonia brasileña y con más de 2 millones de hectáreas de plantaciones agrícolas en turberas indonesias. En este marco, el informe destaca que para que las grandes empresas puedan avanzar con la deforestación en zonas claves para el ecosistema del mundo, necesitan fondos y ahí ingresan bancos de nombre como el Santander que aporta los millones de dólares necesarios para potenciar los planes de estas grandes compañías.
El informe destaca que entre las empresas vinculadas a Banco Santander se encuentra Engelhart, que se dedica al comercio de materias primas y se le atribuye una deforestación de 432 hectáreas. Según los cálculos, el Santander financió a esta empresa con aproximadamente u$s793 millones. En el listado aparecen multinacionales cárnicas que están asociadas con la deforestación de más de 60.000 hectáreas.
A pesar de estas cifras, el Banco Santander sostiene tener una política estricta contra la deforestación. Incluso en sus comunicaciones oficiales afirma estar trabajando para proteger la selva amazónica y que realiza revisiones diarias sobre la deforestación en las granjas a las que otorga préstamos. Sin embargo, consultado por la prensa española, no quiso hacer comentarios puntuales sobre este lapidario informe.
Según diversas estimaciones, las pérdidas económicas anuales atribuibles a la deforestación y la degradación de tierras oscilan entre u$s1.660 y u$s3.800 millones. Este impacto se intensificó en los últimos años, con la pérdida de aproximadamente 12 millones de hectáreas de vegetación tropical solo en 2018.
A nivel ambiental, la deforestación contribuye a casi un 20% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI), exacerbando el cambio climático y sus efectos económicos asociados. La eliminación de bosques no solo reduce la capacidad del planeta para absorber CO2, sino que también altera ciclos hídricos, provoca erosión del suelo y disminuye la biodiversidad, lo que puede afectar negativamente la productividad agrícola y los recursos hídricos2.
Desde una perspectiva económica, se estima que si las tendencias actuales continúan, la degradación ambiental podría resultar en una pérdida acumulada de u$s9,9 billones para 2050. En particular, se prevé que Estados Unidos podría perder u$s83.000 millones anualmente debido a la destrucción continua de activos naturales. Esto podría llevar a un aumento en los precios de productos básicos como madera y alimentos, impactando especialmente a los mercados emergentes en África, Asia y América Latina.
Desde la entidad de origen español, expresaron: "Estamos totalmente comprometidos con el apoyo a la transición hacia cero emisiones netas y hemos establecido objetivos de reducción de emisiones para 2030 en distintos sectores emisores de materiales dentro de nuestra cartera de préstamos, incluidos la generación de energía, el carbón térmico y el sector energético (petróleo y gas)".
"Nuestras políticas de préstamos prohíben la financiación de nuevos clientes y proyectos petroleros upstream, entre otras restricciones, y durante los últimos diez años hemos sido uno de los mayores proveedores de financiación de proyectos de energía renovable en el mundo", agregaron.
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