Rajoy llegará hoy a Buenos Aires con 70 empresarios y dirigentes sectoriales
españoles, incluyendo representantes de áreas de servicios públicos
(agua, energía, transporte), Smart Cities, servicios financieros y
seguros, construcción (obras públicas y privadas), turismo, energías
renovables, industria editorial, telecomunicaciones, transporte y
máquinas y herramientas. En su mayoría, se trata de hombres de negocios
españoles de alto rango y pertenecientes a alguna de las 150 empresas de
ese origen registradas en el país, y que desde hace años mantienen
decisiones de inversión estancadas.
En un primer momento, por los
últimos años de gestión kirchnerista (cepo y eyección de Repsol
mediante) y luego por las indecisiones del actual Gobierno. Igualmente
España se mantuvo en el segundo lugar de inversores extranjeros en la
Argentina, luego de Estados Unidos, estatus que este año podría perder
en manos de China si se acelera el ingreso de yuanes para los proyectos
de infraestructura energéticos ya aprobados y a punto de comenzar.
La
comitiva oficial española estará formada por el ministro de Asuntos
Exteriores, Alfonso Dastis; la secretaria de Estado de Comercio, Marisa
Poncela García y representantes de los privados, como el titular de la
Confederación Española de Organizaciones Empresariales (COE), Joan
Rosell y el presidente de la Cámara de Comercio de España, José Luis
Bonet. También estarán en Buenos Aires directivos de compañías como
Telefónica, Banco Santander, Cirsa, Abertis, Indra, Mapfre, e Iberdrola,
entre otros.
España es uno de los pocos destinos comerciales
donde todas las balanzas son favorables a la Argentina. En 2017 se
registró un superávit de u$s51,7 millones, una cifra sensiblemente menor
que los u$s725,7 millones de 2016. La situación se fue complicando
hasta llegar a un déficit de casi 70 millones en los primeros dos mes de
2018. El cambio se debió a menores exportaciones locales, pero a un
importante incremento de las importaciones locales, fruto de un alza del
ingreso de compras de las empresas españolas radicadas en el país. Lo
que se destaca en el comercio bilateral es el crecimiento de 15% en el
intercambio (sumando exportaciones e importaciones), desde u$s2.566
millones en 2016 hasta u$s2.954 el año pasado, si bien las cifras son
aún un 25% inferiores a las de 2011. El primer objetivo de Macri con
Rajoy es que el mandatario español se convierta en una especie de
embajador para que las empresas de su país vuelvan a acelerar sus
inversiones en Argentina. Sabía Macri que antes de hablar de la llegada
de capitales, en Buenos Aires debían darse respuestas del principal
reclamo que los privados españoles tenían con el macrismo: la falta de
respuestas sobre la posibilidad de que Telefónica pudiera competir en
igualdad de condiciones en los mercados de televisión satelital, luego
que el Gobierno argentino decidiera aceptar la fusión Telecom-
Cablevisión (ver nota pág. 8). Con esto se permitió que el Grupo Clarín
ingresara en el mercado de Telefónica y Claro, pero se prohibía a que
haya reciprocidad competitiva. Ya Telefónica había amenazado con
recurrir al CIADI, lo que para el macrismo hubiera sido un verdadero
paso atrás en su idea de convencer inversores. Durante un tiempo el
Gobierno argentino logró adormecer el conflicto prometiendo un decreto
que estaba pactado para el primer trimestre de este año, pero finalmente
se optó por enviar un proyecto de ley de incierto destino legislativo.
Pero al menos habrá algo para mostrar ante Rajoy.
La última visita de un presidente del Gobierno español
a Argentina fue la del socialista José Luis Rodríguez Zapatero en
noviembre de 2007, cuando pasó por Buenos Aires en viaje a la Cumbre
Iberoamericana de Santiago de Chile. Luego las relaciones comenzaron a
debilitarse al ritmo de los problemas que las compañías españolas iban
teniendo en la Argentina, hasta llegar al rompimiento casi total de
contactos económicos luego de la reestatización de YPF en 2012 y la
imposición del cepo. Con la llegada de Mauricio Macri al poder, la
relación política bilateral cambió radicalmente, hasta que en febrero de
2017 el argentino visitó Madrid en viaje de Estado. Los contactos entre
ambos políticos se aceleraron, sin que haya habido contrapartida en el
incremento de inversiones españolas en el país. Precisamente esto es lo
que desde Buenos Aires se quiere cambiar desde hoy.
La agenda oficial
comenzará mañana a las 9.15, cuando deposite una ofrenda floral al
Monumento al Libertador General San Martín. Luego inaugurará el
encuentro empresarial "España-Argentina, Argentina-España"; y con
posterioridad se encontrará con Macri en la Casa Rosada.
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